Tr3sh: La concha de su madre
El cine independiente argentino tiene el tupe de jactarse de tener la primer trilogía cine punk del mundo. Sarna concluye la historia de los Bruselas con Tr3sh: La concha de su madre. Más sangre, más droga, más emociones, más sangre y más droga que sus predecesoras.
La primera entrega de la saga tuvo como hilo conductor a Ansio Bruselas. La segunda a su hermana Ana Ele. Aquí en la tercera el motor es su progenitora: Mamá Bruselas. En rigor de verdad, el motor es una silla de ruedas a tracción de una enfermera. Mamá Bruselas intuye que sus hijos están en peligro y no duda en ponerse en marcha y llegar al rescate.
Nuevamente la película esta llena de drogas y sangre. De abusos y excesos. De viajes internos, externos e introspectivos. Debido a su esquizofrenia filmación y la saturación de sus colores - aunque menos que en Trash 2- la película pareciera no tener sentido alguno. Sin embargo, más allá del pseudo efecto lisérgico del cine punk de Sarna, Tr3sh tiene como base una historia drama familiar. Como en las drogas, el viaje toma rumbos varios y a pesar de que a veces el divague mande, hay un anclaje a lo real más allá de lo ilusorio. La unión hace la fuerza y los Bruselas lo logran para poder cerrar su pasado.
