Blackhearts : Un documental sobre black metal
Blackhearts sigue a tres fanáticos de black metal que ponen en riesgo su vida, terminan en la cárcel y venden su alma a Satanás, por el mero hecho de perseguir el sueño de traer a sus respectivas bandas al lugar de nacimiento de la música que aman: las tierras nórdicas. Héctor, es un colombiano que le vende su alma al diablo con tal de resolver las dificultades que lo llevarán a tocar con su banda a tierras escandinavas; Sina, un músico iraní de gira por los escenarios noruegos que debe regresar a su país temeroso de las represalias religiosas; y Kaiadas, un político griego acusado de pertenecer a una organización criminal impedido de viajar a la meca del black metal.
La realización de Blackhearts estuvo a cargo de Fredrik Horn Akselsen (co-director y guionista) y Christian Falch. Akselsen (director, productor y guionista). El film apela tanto a la curiosidad de quienes desconocen el mundo del black metal escandinavo como a la nostalgia de los fanáticos.
Lo que ocurre en Blackhearts es que queda en disputa si es la muestra la intimidad de tres personajes de cumplir sus sueños o si los expone al limite de tal manera de la parodia. La posición de Kaiadas por pertenecer a Amanecer Dorador, un partido político neo nazi, revive el mito de la conexión entre la extrema derecha y el black metal. El ritual satánico al que se somete Hector roza lo ridículo al escuchar de fondo el paso de transporte público, transeúntes. Y para colme el ritual se realiza en un galpón y es filmado sin ningún tipo de inconvenientes.
Capaz el punto mas alto del documental es la participación de figuras emblemáticas del género como Nocturno Culto que a propias palabras dice no estar interesado en el black metal actualmente. Akselsen y Falch no encontraron un eje para narrar la historia de tres fanáticos del lado oscuro del metal. Un genero que tiene una historia particular con dos oleajes distintos pero entrelazados en la figura oscura de Satan, el existencialismo y la depresión recaído en los cliche de burdos rituales y la supremacia blanca